“La
creencia no es el principio, sino el fin de todo conocimiento” Goethe
Señor
lector le ruego que hagamos el siguiente experimento, yo le preguntaré y usted
contestará mentalmente, le parecerá una trivialidad, pero luego hablaremos del por qué, le prometo que
se sorprenderá:
Rumania,
finales del siglo XIX.
¿En
qué animal se convertía el conde Drácula?
¿Cuál
es la razón de que no haya espejos en su castillo?
¿Quién
era Vlad III, el Empalador?
Seguramente
vuestras respuestas mentales hayan sido casi de risa ante la obviedad de la interrogación,
no se apresure, le demostraré que ciertos conceptos fueron instalados en su lógica,
dejando en claro que existe una diferencia entre conducción intelectual para un
buen fin, la literatura en este caso, y la manipulación o control para implantar
ideas o programación de técnicas cerebrales, hacia el ejercicio de cualquier
poder determinado.
En
toda la historia de la leyenda del vampiro en Rumania, jamás lo hacía en forma de murciélago, nunca.
La
originalidad de Bram Stoker consistió en
modernizar un antiguo mito y transformarlo en la novela de terror traducida a
más de 45 idiomas.
Pero
el autor bebió de numerosos relatos y costumbres, la idea de los espejos es una
libertad que se tomó de una vieja tradición
alemana en donde un espejo o una sombra, simbolizaban el alma, y verse reflejado en un doble correspondía al
propio concepto de muerte.
Existen
dos teorías sobre Vlad III, el primero asegura que la inicial referencia en inglés
del terrateniente valaco, apareció en 1887 nada menos que en “¡El Capital! de Karl
Marx, y para otros, en un memorándum de un cónsul inglés que Stoker leyó en 1890,
el libro apareció en 1897.
Antes
de Stoker no consta crónica alguna que relacione a Drácula con Vlad III. ¿Sobrecoge verdad?
De
inmediato me pregunté la razón en que nuestro autor accedió a dicho papel
burocrático, ¿cualquier mortal tiene acercamiento a informes oficiales?, no
claro, simplemente era porque trabajaba como funcionario en el Castillo de Dublín,
el “Castillo Católico”, sede del Gobierno Británico en Irlanda, guarnición
militar, nervio central contra el separatismo Irlandés, y donde su padre además, ocupaba un alto cargo.
El
hallazgo poético fue darle al personaje un aura aristocrática, hay quienes
piensan que se basó en el aspecto personal de Franz Liszt, es decir, instituyó
un halo romántico en donde la trama de ahora en más, se paseará por el interior
de los lectores con cierto aire nostálgico y aportando también una sensación modernista,
introduciendo para ello, los nacientes artilugios tecnológicos de su tiempo:
máquinas de escribir, telégrafo, cámara fotográfica, etc.
El
director Francis Ford Coppola duplicó su apuesta sobre la renovación, mostrando
al personaje asistiendo a la proyección de un film en 1893, cuando el teatro
cinematográfico de Londres, abrió sus puertas recién en 1896.
Entonces,
¿Pensamos que pensamos por nosotros mismos o vivimos ante la continua
implantación de la ideología de otros sin siquiera sospecharlo?
Quiero
imaginar que no, pero tampoco deseo pecar de ignorante sabiendo perfectamente
que algunos, ¿muchos?, ¿casi todos?, los medios de comunicación masivos, se conducen
sucesivamente con ese método persuasivo de propaganda, y lo digo porque ha
salido en los últimos días en la prensa alemana un basto panorama de artículos
sobre los países PIGS, acrónimo peyorativo sajón de CERDOS, en donde se encargan de destripar vivos a nuestros
pueblos del Mediterráneo, y que nuestras autoridades locales alimentan todos
los días sin escrúpulos, no vamos a negarlo.
Pero
existen más términos como: GIPSY (gitanos) adoptado desde 2010 por las protestas
del término PIGS; STUPID, (estúpido), engloba a naciones con déficit fiscal importante;
TOXIS APEs, (simios tóxicos), referidos a estados anglosajones y protestantes; LAS
VEGAS GROUP, (grupo las vegas), entidades financieras e inversión como Godlman Sachs
y otros, que describen al capitalismo de casinos, etc.
Pero
aquí me falta algo, es como si los bancos e instituciones germánicas fueran las
carmelitas descalzas, o como si no formaran parte del club montado para
quedarse, reconozco que es una opinión particular, uno por uno con los ahorros de la gente de
calle.
Y
hay más, exponen sus atributos con escrupulosidad, sensatez, y circunspección
casi sanadora, empleando una fraseología de mártires de la indecencia ajena,
olvidando estimados administradores teutones, dejemos de lado al pueblo aunque
también deberían pensarse como nosotros en la manipulación ya contada, que la tierra toda estuvo en dos ocasiones al
borde del mismo infierno gracias a las dos guerras mundiales pasadas, y que
deberían pedir perdón de rodillas y pagar al pueblo magno de la Grecia , los destrozos transitados
por sus insignes ejércitos, eso sí, rectos y voluntariosos como ningunos.
Espero
que deshilaches cada diminuta palabra entretejida por la urdimbre del poder que
escuches de ahora en más, porque te aseguro que vamos a observar juntos la
solución de un complicado trámite económico sin precedentes, y que tendrá
consecuencias en el futuro de nuestros hijos y nietos.
Pero
no temas, como dice el tango, “en el hondo bajo fondo donde el barro se
subleva”, desde Roma hasta hoy, ellos siempre han querido rozar la cadencia
melancólica, suave y aterciopelada de una forma de vivir junto a nuestro eterno
Mare Nostrum, y sino ¿por qué motivo se vienen cada vez que pueden escaparse de
su paraíso tan protegido?
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