VERDE

Alguien ha pintado los martes de verde,

Lo descubrí la mañana

Que jugaba a calzarme el zapato de Cenicienta,

Cuando la risa siempre es gratis,

Y cada hora es un pedacito de lunática aventura.

Desde entonces utilizo los puntos suspensivos,

Para no encontrar cualquier engañoso final,

Y dejo que mi razón pierda a propósito,

Columpiándome en los sueños

Que adornan mi corazón.

No me importa si son cuentos,

Que visten de verdad las mentiras,

Todos alguna vez hemos disfrazado un día

Simulando ser Afrodita sobre la ceniza del mar.

Lo difícil es admitir lo aparente,

Reconocer al fantasma

Y con una lágrima pedirle perdón,

Permitirse volar hasta descubrir una estrella,

Con tiempo de sobra

Para romper el zapato de cristal.

Ése es el íntimo secreto,

No quiero ni necesito excusas,

Reconozco que juego con ventaja,

Pues los colores no saben mentir,

Aterrizo de pie sobre las insignificantes quimeras,

Y sólo tú lo sabes,

Pues cada martes que pinto de verde,

Me encuentras agarrada a tu mano al despertar.

Amparo.