“El acto de desobediencia, en tanto acto de libertad, es el comienzo de
la razón”.
(Ernest Hemingway)
Escenario histórico: Roma, año 494 a .C.
La situación política en la
capital del antiguo Imperio, era en esas fechas altamente grave, tanto interna
como externa. Estalla el conflicto entre los senadores patricios y la plebe, a
causa de haber caído estos últimos en una alarmante esclavitud por deudas
contraídas frente a los patronos patricios, y la creciente indignación plebeya
ante el incumplimiento de las promesas que les garantizaban seguridad y
protección a sus familias y propiedades.
Los senadores, en ese momento,
comienzan a temer levantamientos e intrigas, pero como poseedores del control
de la economía, continúan respaldando la violación de las garantías hacia los
plebeyos que en su día se establecieron como decreto.
Las tensiones cada vez eran más
difíciles y evidentes, mientras la plebe percibía como se les privaba de todos
sus derechos civiles pero les seguían manteniendo las obligaciones, llegando a
someterlos a una clara tiranía y opresión.
Llegados a este punto, y ante lo
insostenible de la situación, los plebeyos deciden llevar a cabo un acto de
protesta contundente y eficaz: la Secessio
Plebis (la secesión de los plebeyos). Durante estas acciones
de censura y crítica hacia el gobierno, la plebe dejaba de llevar a cabo
totalmente sus trabajos y responsabilidades, marchando a las afueras de Roma,
congregándose en el Monte Aventino, donde en una especie de asamblea del
pueblo, acordaron que las decisiones de los plebeyos (Plebis Scitum) tendrían
condición de ley, para ellos y para todo el pueblo romano, sin necesidad de
aprobación por parte del Senado.
Esta estrategia supuso el arma
disponible para luchar de una forma pacífica contra el poder restrictivo de los
patricios, con el fin de conseguir los objetivos políticos, económicos y
jurídicos que les habían arrebatado. Un método tranquilo pero enérgico basado
exclusivamente en la desobediencia.
Cuando una nación está harta de
sus gobernantes y decide decir basta, la actitud de los plebeyos romanos es un
ejemplo del cuestionamiento y el rechazo a los modos y métodos del gobierno de
ese país, puesto de manifiesto en un acto de rebeldía decisiva en la que “las
decisiones justas del pueblo prevalecen sobre la voluntad de los legisladores”.
Es increíble como se puede hacer
simple lo complejo, y como en lo simple puede estar el significado y la
resolución.
Amparo.
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