CARRUSEL DE AMOR
Entre la delicada espuma de tu piel y yo,
hay un montón de palabras mojadas,
una montaña rusa encendida y sinuosa,
un juego de autos chocadores,
un laberinto de espejos vaporosos y calientes,
tobogán de besos dulces que me atrapan
y se cuelan en mi cuello como racimos.
Entonces, una y otra vez,
subo y bajo por las sábanas
hasta llegar volando
al columpio de tu espalda
o me precipito por la cuesta
de tus muslos transparentes
para beber sobre la fuente misteriosa.
Así, en el fondo,
sólo seamos dos tiernos payasos,
un par de malabaristas
en las vueltas de la vida,
y en ese circo de azucares y gemidos
mi corazón de saltimbanqui
se sueña limpio en el tuyo,
y como un viejo domador
de leonas y tigresas,
se vuelve ratoncito entre tus brazos
que no puede dejar de mordisquear
tu aliento y tu madrugada
y ganarse para siempre el deseo,
mientras la luna cristalina
llene tu alma blanca
los labios rosados
los ojos verdes
tus pies descalzos
y los otoños pausados
con nuestros veranos alocados.
Oscar
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