MARIPOSA
Minutos pausados,
horas y días lentos
que formaron un año,
tiñe de gris los instantes,
sepulta la risa
y enciende el llanto.
Habita en el delirio
y se atreve a gemir,
ahora que nadie escucha.
Silencio en el clamor,
paloma que un día
se alimentó de amor,
mariposa atrapada
en cielos sin estrellas.
Ella tan justa, tan cuerda,
radiante con manos plenas,
ojos de melocotón
cabellos de amapolas,
pecho agitado,
alma de poeta
con blanca aureola,
rostro arrodillado
sobre la hierba pisada.
A sus pies muere la niña,
esperando que llegue la nada.
Amparo
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