Tras las
cortinas impresas
sólo se ocultan
osadías,
las dudas y
melancolías,
que un gesto
equivocó,
y transformó en
palabras,
en tenues y
blancas letras,
lo que el alma
por sí sola interpreta,
aunque a veces
se confunda,
y en su afán de
proyectar deprisa,
las lágrimas y
también la risa ,
rechaza la silenciosa cordura ,
y se entrega
suelta y sin temores,
a las quimeras
placenteras,
ignorando si
hace daño,
si lastima la armonía ,
vendiendo
alientos en el espejo,
sueños de papel
en un día,
mutando la
verdad en mentira,
y la mentira en apariencia.
Amparo.
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