lunes, 18 de junio de 2012

TÓCAME


TÓCAME

El amor puede ser hechizante, curativo, mágico y poderoso. Pero también tierno, bondadoso o apasionado. Y cuando se ama, se necesita del contacto físico, ya no referido a la relación íntima entre hombre y mujer, sino al tacto, a la caricia sutil, al acercamiento entre dos personas. ¿Por qué somos tan tímidos en nuestro contacto físico? A los animales de compañía se les mima y acaricia constantemente. ¿No resulta un poco irónico que ellos reciban más a menudo lo que nosotros, como personas, tanto necesitamos?
Cuando alguien nos abraza o acaricia, nos está transmitiendo lo que siente por nosotros. En las palabras puede haber muchos matices o ambigüedades que sugieren algo distinto de lo que se dice. Pero al tocarse no puede hacerse eso, pues al tocar se habla con el corazón, y se puede manifestar mucho más amor en un minuto de contacto que en una hora de palabras. El hecho de abrazar a alguien que pasa por un mal momento tiene más poder curativo que todas las frases que podamos articular.
El hecho de tocarse entre los seres humanos debía ser algo totalmente natural y espontáneo, y no se pierde nada con hacerlo, más bien al contrario, pues tocando cariñosamente demostramos a las personas que las queremos, y eso provoca que los demás nos correspondan con los mismos sentimientos que todos necesitamos.
Hace tiempo leí algo que me conmovió profundamente. Se trata de un ejercicio sencillo para abrir nuestro corazón. Sentaos frente a la persona que queréis, con los ojos cerrados y tomad las manos de esa persona. Imaginaos los dos el corazón con una puerta en el centro, y visualizar abrir esa puerta tan ampliamente como podáis, invitando al otro en silencio a entrar. Después de unos minutos, suavemente, imaginaos extendiendo cada uno el dedo índice para tocar el corazón del otro. ¿No es algo precioso y emotivo?
“Del corazón llega el amor y del amor llega el tocamiento. Por favor, tócame”.


Amparo.

1 comentario:

  1. Como por este medio no te puedo manifestar mis sentimientos de otro modo que con la palabra escrita, no voy a utilizar muchas de ellas para manifestarte lo bien que están plasmado tus sentimientos en esta reflexión. Solo cerraré los ojos e imaginaré que estás frente a mí y te abrazaré hasta que sientas que he llegado a tu corazón.

    Besos.

    ResponderEliminar